En general, los sensores de visión tienen más prestaciones, complejidad y mayor precio que los tradicionales sensores fotoeléctricos, pero menor que las cámaras inteligentes, los sistemas de visión integrados o los sistemas de visión basados en PC. De hecho, los sensores de visión pueden hacer la labor de múltiples sensores fotoeléctricos, sin embargo, mientras los sistemas de visión proporcionan datos, los sensores de visión proporcionan resultados de paso/fallo.
Comparado con otros sistemas de visión, el sensor de visión incluye la funcionalidad para su fácil puesta en marcha, acostumbra a tener un tamaño muy reducido y tiene menor potencia de cálculo y menor coste.
Este tipo de sensores están orientados al mercado de cliente final, y se supone que el propio cliente puede instalarlo, sin ayuda de ninguna ingeniería y sin necesidad de una puesta a punto por parte de terceros. Los sensores de visión están pensados para resolver problemas concretos y fáciles, y para ser manejados de forma muy sencilla, incluso por personal no especializado en visión. Para que sean más fáciles de manejar, se les han eliminado muchas funciones que incorporan los sistemas de visión más avanzados, reduciendo de esta manera su complejidad. En la mayoría de ocasiones un botón de aprendizaje es el único mecanismo que tiene el operador para controlarlo y un sistema de paso/fallo es la única salida disponible. Mientras esto simplifica enormemente su funcionamiento, al mismo tiempo se reduce las posibles aplicaciones a resolver por estos sensores. Además, dada la limitada potencia de su hardware, no son capaces de procesar más que algunas piezas por segundo.
Los programas que se incluyen en los sensores de visión no pueden modificarse. No requieren de un PC, para procesar la imagen o enviar resultados a un PLC o a otro elemento de control. Los sensores de visión, con su puesta en marcha fácil y rápida, han abierto un nuevo espacio en las aplicaciones, donde la visión se trata como otro componente estándar en el control de procesos industriales.
Normalmente los sensores de visión resuelven un problema concreto como: leer un código de barras o matriz, verificar un color, identificar presencia o ausencia… Estos sensores están rompiendo la barrera entre los sensores de medida industrial y los sistemas de visión artificial, creando un lazo de continuidad entre ambos mundos.
La industria del automóvil se está beneficiando especialmente de los nuevos sensores y sistemas de visión, en parte debido a su reducción en precio y a su fácil manejo. Procesos de envase y embalaje se han beneficiado también de estas ventajas, de hecho cualquier industria que requiera de marcaje por código de barras 1D y/o 2D, puede ser susceptible de utilizar esta tecnología.