La apertura relativa de una óptica (conocida como F) se utiliza para expresar las características de transmisión de la luz. Técnicamente es una medida de la máxima cantidad de luz que pasa a través de la lente. El número F se calcula dividiendo su distancia focal por el diámetro de la pupila de la lente. Se controla mediante un iris o diafragma que se encuentra dentro de la lente. Las ópticas con un número F pequeño acostumbran a tener un gran tamaño y normalmente, tienen un precio más elevado.
El iris ajustable del interior de la lente normalmente utiliza incrementos estándar que son: 1.0, 1.4, 2.0, 2.8, 4, 5.6, 8, 11, 16, 22. Cada incremento representa una reducción de la luz a la mitad.